En lo corrido de 2024, la economía viene recuperando dinamismo tras un año de ajuste macroeconómico, en el que se avanzó hacia un crecimiento más sostenible, de la mano de una menor inflación, una reducción en la cuenta corriente y del déficit fiscal.
Así, en el primer bimestre de 2024, el crecimiento económico fue mayor al esperado, con un resultado de 2,2%, jalonado por el sector primario y de servicios.
Para 2024, las expectativas de crecimiento de los agentes para fin de año son de 1,3% (similar a la del Gobierno de 1,2%), siendo superiores a las del Banco de la República y del FMI que son de 1,1%.
Pese a que este crecimiento significaría una mejora frente al resultado de 2023 (0,6%), el mismo se ubicaría por debajo de lo proyectado por el FMI para el promedio mundial (2,3%) y de América Latina y el Caribe (2,0%).
Por su parte, la inflación que cerró 2023 en 9,28%, bajó a 7,13% en marzo y los analistas del mercado esperan que siga descendiendo para cerrar 2024 en 5,6%, que es una cifra un poco más alta que la proyectada por el Emisor (5,4%). En cualquier caso, todas las proyecciones coinciden en señalar que la inflación retornará al rango objetivo en 2025, al igual que varios otros países emergentes y en desarrollo.
En consonancia, los agentes esperan que la política monetaria sea cada vez menos contractiva y que para diciembre la tasa se ubique alrededor de 8,3%.