El estudio Igualdad de género en Colombia: Hacia una mejor distribución del trabajo remunerado y no remunerado, que estructuró la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en 2023, muestra que en las últimas décadas se han reducido las brechas de género en Colombia en cuanto a los resultados educativos y laborales; sin embargo, en el país, al igual que en el resto de América Latina y el mundo, queda mucho por hacer para reducir las brechas de género y asegurar los beneficios de una división más equitativa del trabajo remunerado y no remunerado para el bienestar familiar y el desarrollo del capital humano (OCDE, 2023).
De acuerdo con OCDE (2023), se necesita un marco político holístico para lograr un reparto más equilibrado del trabajo remunerado y no remunerado en Colombia. En este sentido, la OCDE propone utilizar un enfoque utilizando en dos ejes políticos que se refuerzan mutuamente.
Aunado a lo anterior, la OCDE publicó en 2024 un panel piloto sobre brechas de género denominado Una comparación internacional centrada en los desafíos, resultados y políticas de igualdad de género. Este panel ofrece una instantánea de cómo se comparan las políticas y los resultados de igualdad de género de un país con los de otros países de la OCDE en todos los ámbitos de políticas. Además, busca ser una herramienta de apoyo para informar sobre el progreso en la implementación de las recomendaciones de género de la OCDE. El panel se divide en cinco dimensiones: (1) educación y habilidades; (2) empleo, emprendimiento y comercio; (3) vida pública y herramientas políticas; (4) tecnología, conocimiento y recursos; y (5) salud y bienestar.
Este documento tiene como objetivo analizar los indicadores incluidos en el panel piloto sobre brechas de género de la OCDE que cuentan con información de Colombia, de manera que se pueda observar un panorama general de la situación del país en cuanto a igualdad de género. Así mismo, se listan las principales recomendaciones de política pública dirigidas a Colombia que propone la OCDE con el fin de fortalecer la política nacional de igualdad de género del país. Por último, brevemente se describen las acciones de política pública implementadas para promover la igualdad de género en Colombia y se presentan algunas conclusiones.
1. Medición de la igualdad de género en Colombia
1.1 Educación y habilidades
De acuerdo con la figura 1, se observa que en Colombia el puntaje promedio en matemáticas obtenido por los estudiantes de sexo masculino en las pruebas PISA es superior al puntaje promedio en matemáticas obtenido por las estudiantes de sexo femenino entre 2012 y 2022. Particularmente, en Colombia se evidencia un crecimiento en el puntaje promedio obtenido en matemáticas por los estudiantes de sexo masculino en las pruebas PISA entre 2012 y 2018 y una caída de dicho puntaje entre 2018 y 2022, mientras que el crecimiento del puntaje promedio obtenido en matemáticas por las estudiantes de sexo femenino en Colombia en las pruebas PISA se registra entre 2012 y 2015 y una caída de dicho puntaje entre 2015 y 2022.
Figura 1. Colombia. Puntaje promedio de PISA en matemáticas por género, 2012-2022Colombia. Puntaje promedio de PISA en matemáticas por género, 2012-2022

Fuente: OCDE (2012-2022).
La brecha de género en el puntaje promedio de Colombia en matemáticas en las pruebas PISA —es decir, la diferencia entre el puntaje promedio estudiantes sexo masculino y el puntaje promedio estudiantes sexo femenino— se ha reducido entre 2012 y 2022, al pasar de 25,5 puntos en 2012 a 8,9 puntos en 2022 (figura 1).
La figura 2 permite afirmar que en Colombia el puntaje promedio en lectura obtenido por las estudiantes de sexo femenino en las pruebas PISA es superior al puntaje promedio en lectura obtenido por los estudiantes de sexo masculino entre 2012 y 2022. En particular, en Colombia se evidencia un crecimiento en el puntaje promedio obtenido en lectura por las estudiantes de sexo femenino en las pruebas PISA entre 2012 y 2015 y una caída de dicho puntaje entre 2015 y 2022. Ese comportamiento histórico es similar al registrado por el puntaje promedio obtenido en lectura por los estudiantes de sexo masculino en Colombia en las pruebas PISA.
Figura 2. Colombia. Puntaje promedio de PISA en lectura por género, 2012-2022

Fuente: OCDE (2012-2022).
La brecha de género en el puntaje promedio de Colombia en lectura en las pruebas PISA —es decir, la diferencias entre el puntaje promedio estudiantes sexo masculino y el puntaje promedio estudiantes sexo femenino— se ha reducido entre 2012 y 2022, al pasar de 18,5 puntos en 2012 a 11,7 puntos en 2022 (figura 2).
La figura 3 registra un comportamiento creciente de la proporción de mujeres y hombres de 25 a 64 años que han obtenido educación terciaria en Colombia entre 2010 y 2022. Para el caso de las mujeres de 25 a 64 años, la proporción que obtuvo educación terciaria creció el 71,51 %, aproximadamente, entre 2010 y 2022, al pasar del 17,9 % en 2010 al 30,7 % en 2022. Por otro lado, la proporción de hombres de 25 a 64 años que obtuvo educación terciaria creció 60 %, aproximadamente, entre 2010 y 2022, al pasar del 16 % en 2010 al 25,6 % en 2022.
Figura 3. Colombia. Proporción de población de 25 a 64 años que obtuvo educación terciaria por género, 2010-2022

Fuente: OCDE (2010-2022).
En 2022 se evidencia que la proporción de mujeres de 25 a 64 años que obtuvo educación terciaria es superior en 5,1 puntos porcentuales respecto a la proporción de hombres de 25 a 64 años que obtuvo educación terciaria, lo cual representa una brecha de género a favor de las mujeres en este indicador (figura 3).
La figura 4 permite afirmar que la proporción de mujeres en Colombia graduadas en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) entre todos los graduados terciarios ha crecido un 4,4%, aproximadamente, entre 2014 y 2021, al pasar del 34,2% en 2014, al 35,7% en 2021.
Figura 4. Colombia. Proporción de mujeres entre todos los graduados terciarios en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), 2014-2021

Fuente: OCDE (2014-2021).
Además, durante el periodo analizado la proporción de mujeres en Colombia graduadas en STEM entre todos los graduados terciarios ha sido superior a la proporción reportada por la OCDE. Por ejemplo, en 2021 la proporción de mujeres en Colombia graduadas en STEM entre todos los graduados terciarios se encuentra 3,2 puntos porcentuales por encima de la proporción registrada por la OCDE (Colombia = 35,7 % / OCDE = 32,5 %) (figura 4).
1.2 Empleo, emprendimiento y comercio
De acuerdo con la figura 5, en Colombia la tasa de participación en la fuerza laboral de los hombres de 15 a 64 años ha sido superior a la tasa de participación en la fuerza laboral de las mujeres de 15 a 64 años en el período 2007-2022. Por tanto, Colombia registra una brecha de género a favor de los hombres en la tasa de participación en la fuerza laboral entre personas de 15 a 64 años en el período 2007-2022.
Figura 5. Colombia. Tasa de participación en la fuerza laboral entre personas de 15 a 64 años por género, 2007-2022

Fuente: OCDE (2007-2022).
Para el caso particular de 2022, en Colombia la tasa de participación en la fuerza laboral de los hombres de 15 a 64 años es igual al 81,9 % y la tasa de participación en la fuerza laboral de las mujeres de 15 a 64 años es igual al 58 %, lo que representa una brecha de género igual a 23,9 puntos porcentuales a favor de los hombres en la tasa de participación en la fuerza laboral entre personas de 15 a 64 años (figura 5).
De acuerdo con la figura 6, Colombia registra un decrecimiento del 74,7 %, aproximadamente, en la brecha salarial de género medida como porcentaje del salario medio de los hombres en el período 2007-2022, al pasar del 7,5 % en 2007 al 1,9 % en 2022.
Figura 6. Colombia. Brecha salarial de género en % del salario medio de los hombres, 2007-2022

Fuente:
OCDE, (2007-2022).
Así mismo, se observa que Colombia en 2022 reporta una brecha salarial de género medida como porcentaje del salario medio de los hombres 9,7 puntos porcentuales por debajo de la brecha salarial de género medida como porcentaje del salario medio de los hombres reportada por la OCDE (figura 6).
La figura 7 permite afirmar que se ha producido un crecimiento del 55,2 % en la proporción de mujeres que participan en los consejos de administración de las mayores empresas que cotizan en bolsa en Colombia entre 2016 y 2022, al pasar del 13,4 % en 2016 al 20,8 % en 2022.
Figura 7. Colombia. Proporción de mujeres en los consejos de administración de las mayores empresas que cotizan en bolsa, 2016-2022

Fuente: OCDE (2016-2022).
Colombia registra en 2022 una proporción de mujeres que participan en los consejos de administración de las mayores empresas que cotizan en bolsa de 8,8 puntos porcentuales por debajo de la proporción de mujeres que participan en los consejos de administración de las mayores empresas que cotizan en bolsa reportada por la OCDE (figura 7).
De acuerdo con la figura 8, en Colombia el 49,1 % de la población considera que los niños sufren cuando una madre trabaja por dinero. Así mismo, el 18,9 % de la población en Colombia está de acuerdo con la afirmación de que un hombre debe tener más derecho a trabajar que una mujer. Estas cifras registradas por Colombia son 15,2 y 1,7 puntos porcentuales más altas que los porcentajes reportados por la OCDE, respectivamente.
Figura 8. Colombia. Actitudes hacia las madres trabajadoras y los derechos laborales de género como porcentaje de la población, 2018 o último año disponible

Fuente: OCDE (2018 o último año disponible).
1.3 Vida pública y herramientas políticas
A partir del gráfico 9, es posible afirmar que en Colombia la proporción de mujeres en la cámara baja o única del parlamento ha crecido 16,8 puntos porcentuales entre 2012 y 2023, al pasar del 12,1 % en 2012 al 28,9 % en 2023.
Figura 9. Colombia. Proporción de mujeres en la cámara baja o única del parlamento al 1 de enero, 2012-2023

Fuente: OCDE (2012-2023).
Así mismo, se observa en figura 9 que en 2023 la proporción de mujeres en la cámara baja o única del parlamento en Colombia es inferior en 4,9 puntos porcentuales a la proporción registrada por la OCDE.
1.4 Tecnología, conocimiento y recursos
De acuerdo con la figura 10, el 9,7 % de las jóvenes de sexo femenino de 16 a 24 años en Colombia pueden programar en 2023, mientras que la proporción de jóvenes de sexo masculino de 16 a 24 años en Colombia que pueden programar en 2023 es igual a 12,2 %. En este sentido, se registra una brecha de género (porcentaje de hombres – porcentaje de mujeres) a favor de los hombres igual a 2,5 puntos porcentuales en 2023.
Figura 10. Colombia. Proporción de jóvenes de 16 a 24 años que pueden programar por género, 2023 o último año disponible

Fuente: OCDE (2023 o último año disponible).
En 2023, la proporción de jóvenes tanto de sexo femenino como masculino de 16 a 24 años en Colombia que pueden programar es inferior a la proporción registrada por la OCDE. Particularmente, se observa que en 2023 la proporción de jóvenes de sexo femenino de 16 a 24 años en Colombia que pueden programar se encuentra 0,3 puntos porcentuales por debajo de la proporción registrada por la OCDE. Por otro lado, la proporción de jóvenes de sexo masculino de 16 a 24 años en Colombia que pueden programar se encuentra 8,1 puntos porcentuales por debajo de la proporción reportada por la OCDE (figura 10).
1.5 Salud y bienestar
Según la figura 11, Colombia en 2018 registra que el 10 % de las mujeres de 15 años y más que alguna vez han tenido pareja ha experimentado violencia física y/o sexual en su contra por parte de su pareja íntima durante los últimos 12 meses. Este porcentaje es 6 puntos porcentuales superior al porcentaje reportado por la OCDE (4 %).
Figura 11. Colombia. Prevalencia de violencia física y/o sexual contra las mujeres por parte de una pareja íntima durante los últimos 12 meses en porcentaje de mujeres de 15 años y más que alguna vez han tenido pareja, 2018 o último año disponible

Fuente: OCDE (2018 o último año disponible).
De acuerdo con la figura 12, Colombia ha experimentado un crecimiento de 11,6 puntos en la tasa de mortalidad materna por cada 100.000 nacidos vivos entre 2010 y 2021, al pasar de 71,6 muertes por cada 100.000 nacidos vivos en 2010 a 83,2 muertes por cada 100.000 nacido vivos en 2021.
Figura 12. Colombia Mortalidad materna - muertes por cada 100.000 nacidos vivos, 2010-2021

Fuente: OCDE (2010-2021).
2. Recomendaciones de política de la OCDE relacionadas con la igualdad de género en Colombia
Según OCDE (2023), dada la interacción entre los diferentes factores, se necesita un marco político holístico para lograr un reparto más equilibrado del trabajo remunerado y no remunerado en Colombia. Por razones prácticas descriptivas, la OCDE estructura un enfoque amplio utilizando dos ejes políticos: (1) reducir los obstáculos para compartir equitativamente el trabajo remunerado y no remunerado, y (2) hacer que el trabajo remunerado de las mujeres sea más rentable. Los dos ejes políticos se refuerzan mutuamente: la interacción de cambios políticos positivos en cada uno de ellos tiene el potencial de aumentar significativamente el número de mujeres que podrían y querrían trabajar fuera de casa, así como el número de hombres dispuestos a hacerse cargo de las tareas de cuidado y domésticas.
2.1 Reducir los obstáculos para compartir equitativamente el trabajo remunerado y no remunerado
El primer eje consiste en las políticas destinadas a reducir la cantidad total de trabajo no remunerado que tienen que realizar las familias, así como a abordar los obstáculos que dificultan que las parejas compartan el trabajo remunerado y no remunerado de forma más equitativa (OCDE, 2023).
2.1.1 Crear un sistema de cuidados más integral
La población colombiana se encuentra en una fase avanzada de transición demográfica, reflejo de la combinación del descenso de la fecundidad y el aumento de la esperanza de vida. Según las Perspectivas de la Población Mundial de la ONU, la población mayor de 65 años está creciendo considerablemente más rápido que todos los grupos de edad más jóvenes. El rápido envejecimiento de la población refuerza la demanda de servicios de cuidados de larga duración a medida que la salud física y mental de los individuos se deteriora y las personas pierden la capacidad de realizar ciertas actividades básicas de la vida diaria. A pesar de contar con legislación específica y programas públicos enfocados a la tercera edad, los programas y políticas formales de cuidado a largo plazo para atender la dependencia funcional siguen siendo escasos en Colombia; además, existe poca información sobre la oferta real de estos servicios (OCDE, 2023).
La OCDE sugiere la creación de un sistema de cuidados más integral a través de la implementación de las siguientes acciones de política pública:
- Fomentar los esfuerzos en curso para que los programas integrales de AEPI sean accesibles a todos los niños.
- Profesionalizar los programas comunitarios.
- Garantizar que todos los niños de 5 años comiencen el año de transición a tiempo y estén preparados para la escolarización.
- Apoyar a los cuidadores informales.
2.1.2 Ampliar la licencia parental en la economía formal e informal
Un estudio de 159 países revela que la participación de la mujer en el mercado laboral está positivamente correlacionada con la duración de la licencia de maternidad, si esta es inferior a 30 semanas. En los países de la OCDE, la tasa de empleo femenino aumenta ligeramente con la duración de la licencia de maternidad legal, pero empieza a descender cuando la duración supera los dos años. Esto pone de relieve que, más allá de un cierto límite, las licencias de maternidad excesivamente largas pueden ser contraproducentes y conducir a un aumento de la brecha de género en el empleo, en lugar de reducirla (OCDE, 2023).
Según OCDE (2023), también llama la atención el papel equilibrador positivo que pueden desempeñar los padres al disfrutar de la licencia de paternidad y su contribución para contrarrestar el patrón frecuente por el que las parejas vuelven a una división tradicional del trabajo cuando se convierten en padres. En este sentido, la OCDE sugiere a Colombia la ampliación de la licencia parental en la economía formal e informal, para ello propone las siguientes acciones de política pública:
- Establecer la licencia parental con semanas reservadas de licencia de paternidad.
- Extender la protección parental a los trabajadores del sector informal.
2.1.3 Reducir la transmisión de estereotipos de género a través del sistema educativo
De acuerdo con OCDE (2023), un enfoque educativo libre de estereotipos puede permitir que niños y niñas adquieran plena conciencia de sus fortalezas, junto con las herramientas para cultivarlas de modo que puedan perseguir libremente sus intereses y aspiraciones a lo largo del ciclo vital. Para ello, la OCDE propone a Colombia implementar tres acciones de política pública claves:
-
Integrar la formación para ayudar a los docentes a ser más conscientes de la importancia de las actitudes y los estereotipos de género en la escuela.
- Reforzar la participación de las familias en el proceso de creación de una educación sensible a las cuestiones de género.
- Ampliar los esfuerzos para aumentar el interés de las niñas en las disciplinas STEM, promoviendo al mismo tiempo modelos de conducta.
2.2 Hacer que el trabajo remunerado de las mujeres sea más rentable
El segundo eje político se centra en las políticas que ayudan a reducir la brecha de género en los ingresos laborales y propicia las condiciones para que disminuya el incentivo a las mujeres dediquen muchas horas al trabajo no remunerado y liberen más horas que luego pueden dedicar al trabajo remunerado (OCDE, 2023).
2.2.1 Garantizar el acceso de todos a una educación de calidad
Aunque la mayoría de los países han dado pasos importantes en la ampliación de las oportunidades de acceso a una educación de calidad, dar a todos los niños y jóvenes acceso a una educación de calidad sigue siendo esencial para apoyar el bienestar y crear las condiciones para la independencia económica. Los niños y jóvenes pobres que abandonan prematuramente el sistema escolar tienen más probabilidades de encontrarse en situaciones de vulnerabilidad, estar expuestos a la violencia y adoptar comportamientos de riesgo. Las adolescentes y las jóvenes de los hogares más pobres tienen más probabilidades que las de los hogares más ricos de quedar embarazadas o dar a luz antes de los 18 años (OCDE, 2023).
La OCDE considera esencial que Colombia garantice el acceso a todos a una educación de calidad mediante la implementación de cuatro acciones de política pública:
- Continuar los esfuerzos para recompensar a las familias vulnerables por su compromiso con la educación de sus hijos.
- Comunicar los beneficios de completar los estudios.
- Garantizar una educación e información sexual integral en la escuela y fuera de ella.
- Proporcionar apoyo médico y económico a niñas y madres adolescentes vulnerables.
2.2.2 Promover a las mujeres en carreras no tradicionales y en puestos de liderazgo
Diversas barreras impiden a las mujeres colombianas acceder a puestos de liderazgo. Una barrera clave se relaciona con la influencia de los estereotipos de género sobre las figuras de liderazgo y los arraigados prejuicios que deben superar para ascender en sus carreras profesionales (OCDE, 2023).
Las interrupciones de la carrera profesional debido a la maternidad reducen aún más las oportunidades de promoción. Además, los puestos de liderazgo empresarial, académico o político requieren largas jornadas laborales, un alto grado de flexibilidad y disposición para viajar. Estas características son difíciles de conciliar con el hecho de que las mujeres en Colombia dedican mucho más tiempo a las obligaciones familiares y domésticas que los hombres (OCDE, 2023).
La OCDE recomienda a Colombia promover a las mujeres en carreras no tradicionales y en puestos de liderazgo a través de cuatro acciones de política pública claves:
-
Crear objetivos de representación femenina en las empresas privadas.
- Promover una cultura académica que integre a las profesoras y las apoye para sobresalir.
- Continuar los esfuerzos para fortalecer la representación de las mujeres en el liderazgo público.
-
Implantar objetivos específicos y sistemas de seguimiento y evaluación.
2.2.3 Apoyar el espíritu emprendedor femenino
Las mujeres colombianas tienen menos probabilidades de ser empresarias que los hombres. Aunque no existe una diferencia significativa en la proporción de hombres y mujeres que trabajan por cuenta propia, la proporción de los que son empresarios es aproximadamente el doble entre los hombres que entre las mujeres. Una diferencia tan significativa es conciliable con el hecho de que los negocios de las mujeres tienen más probabilidades de ser informales y de adoptar la forma jurídica de personas físicas cuyos negocios son de propiedad individual, en lugar de tener una estructura corporativa. Por otra parte, la falta de acceso a servicios financieros, como cuentas de ahorro y préstamos, limita significativamente la capacidad de las mujeres para centrarse en el diseño y el desarrollo de negocios productivos (OCDE, 2023).
El índice Doing Business del Banco Mundial sitúa a Colombia como una de las mejores economías para iniciar un negocio en la región de América Latina. No obstante, el índice muestra un margen de mejora en el número de procedimientos para el inicio legal y la operación formal de una empresa. Aunque son comunes a hombres y mujeres, los efectos adversos de la barrera de los trámites complejos pueden ser especialmente importantes para las mujeres, cuyo tiempo suele ser más limitado, dadas las normas existentes y la división dominante de las obligaciones de cuidado en Colombia (OCDE, 2023).
Si bien en Colombia las mujeres tienen el mismo derecho legal que los hombres a poseer, usar y tomar decisiones sobre sus tierras y bienes y no relacionados con la tierra, independientemente de su estado civil, el conflicto armado ha mostrado efectos perjudiciales sobre el acceso de las mujeres a la tierra, especialmente en las zonas rurales (OCDE, 2023).
De acuerdo con lo anterior, la OCDE recomienda apoyar el espíritu emprendedor femenino a través de tres acciones de política pública:
- Reforzar el uso de enfoques combinados para apoyar el espíritu empresarial de las mujeres.
- Impulsar el impacto de las restituciones de tierras a las víctimas del conflicto armado combinándolas con el apoyo a la iniciativa empresarial de las mujeres.
-
Supervisar los efectos de las políticas.
2.2.4 Combatir la violencia contra las mujeres
La seguridad de las mujeres desempeña un papel clave en su capacitación económica. En todos los países, las mujeres son víctimas de la violencia, no solo en el hogar, sino también en los espacios públicos, los transportes públicos, la escuela, la universidad y el trabajo. Para limitar la exposición a la violencia en los espacios públicos, en la escuela y en el trabajo, muchas niñas y mujeres restringen sus movimientos, lo que potencialmente limita sus oportunidades educativas y laborales, junto a disfrutar de la vida. El sufrimiento físico y mental, el acoso, el abuso sexual o físico y la violación socavan las oportunidades educativas y económicas de niñas y mujeres, afectando en última instancia su participación en el mercado laboral (OCDE, 2023).
La OCDE sugiere a Colombia combatir la violencia contra las mujeres a través de la implementación de cuatro acciones de política pública claves:
- Reducir las barreras que restringen el acceso de las víctimas de violencia y acoso al sistema judicial.
- Fomentar y garantizar procesos de denuncia seguros para las víctimas.
- Educar a los jóvenes sobre diferentes aspectos de la violencia y el acoso sexuales.
- Vigilar la seguridad de los transportes.
3. Acciones de política pública que promueven la igualdad de género en Colombia
El Gobierno nacional y los gobiernos locales han llevado a cabo esfuerzos para dar una respuesta institucional de cuidado para las personas que lo requieren, así como avances para el bienestar de las personas que se dedican trabajo de cuidado. No obstante, la actual organización social del cuidado invisibiliza los cuidados comunitarios en la provisión social del cuidado y dificulta la garantía del derecho a cuidar en condiciones dignas de las personas cuidadoras en contextos rurales y urbanos y el derecho a recibir cuidado, apoyo o asistencia de las personas que lo requieren. Esta problemática puede explicarse por los siguientes aspectos: (1) bajo reconocimiento, protección y condiciones precarias del cuidado colectivo y comunitario; (2) barreras para la garantía de los derechos de las personas cuidadoras; (3) limitada respuesta institucional de cuidado, apoyo o asistencia e infraestructura social de servicios estatales dirigido a personas que lo requieren; (4) factores culturales que profundizan la desigual distribución del trabajo de cuidado; y (5) una baja capacidad institucional que impide el funcionamiento del Sistema Nacional de Cuidado.
Colombia ha avanzado desde hace más de 10 años en la expedición normativa y en la formulación e implementación de políticas públicas relacionadas con el cuidado tanto en el nivel nacional como en el territorial. Los avances comprenden desde el reconocimiento de pueblos étnicos, su identidad cultural y los derechos colectivos que guardan estrecha relación con el cuidado del territorio, el desarrollo de políticas que garantizan los derechos y la protección de poblaciones sujetas de derechos en el marco del Sistema Nacional de Cuidado, la creación de normas para la producción y difusión estadística de la economía del cuidado, la creación de instancias intersectoriales nacionales y el avance de sistemas locales de cuidado. La consolidación de un Sistema Nacional de Cuidado en el país se sitúa en el marco del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026: Colombia, Potencia Mundial de la Vida con un gobierno que se compromete a responder a las demandas sociales, a contribuir al cierre de las brechas de desigualdad y a garantizar la protección de la vida.
El Gobierno nacional está en proceso de elaboración del documento CONPES que formula la Política Nacional de Cuidado. El cuidado es una dimensión fundamental para la garantía, protección, sostenimiento de la vida humana y no humana interdependiente en todas sus expresiones y para contribuir a la autonomía, bienestar y la agencia de las personas cuidadoras y de las que requieren cuidado, asistencia o apoyo.
El documento CONPES propone un plan de acción con un horizonte temporal de 10 años, hasta 2034, para avanzar hacia una sociedad cuidadora donde el Estado garantice el derecho a recibir cuidado, el derecho a cuidar en condiciones dignas y reconozca, proteja y fortalezca las formas colectivas y comunitarias de cuidado, a través de cinco objetivos específicos, a saber: (1) reconocer, proteger y fortalecer las organizaciones de cuidado comunitario y los procesos organizativos con prácticas de cuidado propias; (2) desarrollar estrategias para la garantía de los derechos de las personas cuidadoras que contribuyan a tener condiciones de vida dignas; (3) crear, ampliar, regular y articular la respuesta institucional e infraestructura de cuidado para contribuir a la autonomía, vida independiente y en comunidad de las personas que requieren cuidado, apoyo y asistencia; (4) contribuir a la transformación cultural para democratizar el cuidado; y (5) aumentar la capacidad institucional y los mecanismos de articulación interinstitucional para garantizar el funcionamiento del Sistema Nacional del Cuidado.
4. Conclusiones
La igualdad de género en Colombia ha avanzado en varias dimensiones en las últimas décadas. A pesar de los logros, siguen existiendo retos. Como en todos los países, los hombres y las mujeres en Colombia no comparten por igual las actividades laborales remuneradas y no remuneradas; además, las niñas y jóvenes están especialmente expuestas al riesgo de quedarse rezagadas con respecto a sus compañeros de sexo masculino. En Colombia, las desigualdades de género varían mucho según los grupos socioeconómicos. Por tanto, políticas de igualdad de género cuidadosamente diseñadas y aplicadas pueden mejorar de manera significativa el bienestar de la población colombiana (OCDE, 2023).
El panel piloto sobre brechas de género publicado por la OCDE en 2024 permite identificar un panorama de la igualdad de género en Colombia. Este panel registra avances significativos en cuanto a igualdad de género en cinco dimensiones clave. Así mismo, es una oportunidad para identificar las dimensiones que requieren decisiones de política pública de una manera más urgente y contundente.
Referencias
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). (2023, 28 de septiembre). Igualdad de género en Colombia: Hacia una mejor distribución del trabajo remunerado y no remunerado. OCDE.
https://doi.org/10.1787/82e9b4e2-es
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). (2024). OECD Dashboard on Gender Gaps: An international comparison focused on gender equality challenges, outcomes, and policies. OCDE.
https://oecd.org/stories/gender/dashboard?country=COL