Como indica la Constitución Política de 1991, Colombia es un Estado social de derecho definido como una
República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general (C.P. de 1991, art. 1.º).
Por su parte, el numeral 8del artículo 2.º de la Ley 2068 de 2020 define el turismo1como un desarrollo social, económico y cultural, y el numeral 9 lodeclara comoun desarrollo sostenible. En ese sentido, la actividad turística es
un derecho social y económico que contribuye al desarrollo integral de las personas, de los seres sintientes y de los territorios y comunidades, que fomenta el aprovechamiento del tiempo libre y revaloriza la identidad cultural de las comunidades y se desarrolla con base en que todo ser humano y sintiente tiene derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza (C.P. de 1991, art. 52).
En cuanto al potencial turístico, la Política de Turismo Sostenible destaca que Colombia cuenta con un territorio de dimensiones comparables al de Francia, España y Portugal.Sin embargo, mientras estos tres países recibieron en conjunto más de 290 millones de visitantes durante el año 2024, Colombia se ha planteado como meta alcanzar 7,5 millones de visitantes internacionales para el año 2026.Esta diferencia pone en evidencia no solo el rezago en términos de posicionamiento turístico internacional, sino también las oportunidades latentes que tiene el país para consolidarse como un destino competitivo.
En el mismo sentido, Colombia cuenta con la Política de Turismo Sostenible: Unidos por la Naturaleza (2021), en la cual se reconoce el enorme potencial turístico del país. Este se manifiesta en diversos elementos estratégicos, entre los que se destacan: lamegadiversidadbiológica y ecosistémica, la riqueza cultural y étnica de las regiones, la pluralidad de paisajes y pisos térmicos, así como la variedad de manifestaciones patrimoniales, gastronómicas y festivas. La política también enfatiza la posibilidad de posicionar a Colombia como un destino de turismo de naturaleza, comunitario y sostenible, que promueva el desarrollo territorial con enfoque diferencial y conservación ambiental. En ese marco, se resalta que cincoregiones, dos océanos, tres cordilleras, 314 tipos de ecosistemas, más de 1.000 áreas protegidas, casi 2.000 especies de aves, 3.179 orquídeas y un sinnúmero de características adicionales conforman un patrimonio único que difícilmente se puede conjugar de la misma manera en otros países del mundo. Los viajeros que recorren nuestro país se encuentran con tesoros naturales inigualables, portadores de experiencias fascinantes, significativas e inspiradoras. En palabras de John Ruskin: “la naturaleza pinta para nosotros, día tras día, imágenes de infinita belleza”.
El documento indica además que:
Colombia está entre los 17 países megadiversos del planeta, es considerado el segundo país más biodiverso, cuenta con 314 tipos de ecosistemas y está entre los 15 países con mayor área de cobertura forestal. Adicionalmente, Colombia es el primer país con mayor diversidad de aves y orquídeas, el segundo país con mayor riqueza de anfibios, mariposas y plantas, el tercer país con mayor diversidad de reptiles y palmas, y el sexto país con mayor diversidad de mamíferos (Instituto AlexandervonHumboldt, 2020).
Cuenta con un Sistema Nacional de Áreas Protegidas que está conformado por 1.327 áreas protegidas que equivalen al 15,2% del territorio nacional e incluyen 59 parques nacionales naturales, 59 reservas forestales nacionales y 841 reservas naturales de la sociedad civil. Del total de 31.405.225 hectáreas, el 60% son terrestres –esto es, 18.558.044 hectáreas– y equivalen al 16,28% de la superficie terrestre del país, mientras que el 40% restante son marinas –es decir, 12.817.181 hectáreas– y corresponden al 13,80% de la superficie marina de Colombia (PNNC, 2020).
En cuanto al desarrollo sostenible, la actividad turística se relaciona directamente con el bienestar humano, entendido como “un derecho social de las personas” (Ley 99 de 1993, art. 3.º). Por tanto, debe orientarse al mejoramiento de la calidad de vida de la población, al bienestar social, al crecimiento económico y a la conservación e integración del patrimonio natural, cultural y social.