Bogotá, 7 de diciembre de 2023 (@DNP_Colombia). Superar el dilema entre responsabilidad fiscal y discrecionalidad, específicamente entre las restricciones fiscales y las necesarias inversiones ambientales para afrontar los riesgos climáticos, es un debate internacional, que Colombia debe abordar y comenzar. Esta fue una de las principales conclusiones de los expertos nacionales e internacionales que participaron en el Seminario de Economía y Desarrollo “Cómo Avanzar Hacia una Regla Fiscal Verde" del Departamento Nacional de Planeación (DNP).
“El compromiso de Planeación Nacional junto con el Ministerio de Hacienda es abrir este tipo de debates y ver que está pasando con estos problemas en el mundo y en Colombia. Se trata de que empecemos una conversación sobre un compromiso colectivo y hagamos algunas reflexiones frente los retos que tenemos en materia ambiental en medio de una situación fiscal complicada", afirmó González para dar apertura a la discusión.
Al respecto el director recordó como “el Covid está vivo desde el punto de vista fiscal" y cómo este gobierno ha sido fiscalmente responsable. En 2024 tendremos una de las mayores inversiones públicas de la historia, a pesar de que hemos tenido que afrontar temas como un aumento del servicio de la deuda entre 2023 y 2024 ($16 billones), el ajuste del Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles (20,4 billones) y la opción tarifaria (5,6 billones).
No obstante, el panorama para el 2025 luce muy complicado pues el servicio de la deuda podría llegar a $112,9 billones y la inversión a solo $68,8 billones. Esta enorme brecha sin precedentes será un obstáculo para el crecimiento de la economía, por tanto, debemos dar este tipo de discusiones.
En vista de esta preocupación el director planteó temas cómo si los recursos destinados a la conservación ambiental podrían excluirse de las estimaciones del gasto o si se podría modificar la forma en qué estamos estimando el PIB potencial. “El gasto en reforestación no es lo mismo que el gasto en funcionamiento" y sentenció que no es cierto que todo el gasto sea homogéneo “no todo el gasto es gasto".
También criticó la existencia en Colombia de numerosas reglas y porcentajes fijos, incrustados en normas constitucionales, desde la regla fiscal hasta las transferencias y las regalías, que impiden la discrecionalidad de la planeación. Y finalizó enfatizando que la discrecionalidad es compatible con la responsabilidad fiscal.
Una idea que reforzó el ministro de Hacienda y Crédito Público (encargado), Diego Alejandro Guevara Castañeda, quien reafirmó la necesidad que tienen el país de pensar en una sostenibilidad ampliada que haga compatible la sostenibilidad fiscal y la sostenibilidad ambiental.
“El problema es que los gobiernos tienen pocos incentivos para asumir los costos asociados al cambio climático, lo que puede dar lugar a una inversión insuficiente en proyectos verdes. Sin embargo, si se hace una buena transición la inversión verde podría ayudar no solo a la sostenibilidad fiscal sino al crecimiento económico. Pensar en una regla fiscal verde no implica irresponsabilidad. Por el contrario, estamos poniendo sobre la mesa un debate que se está dando en todo el mundo", afirmó.
Durante el debate también hubo voces que invitaron a reflexionar sobre la efectividad de la regla fiscal pues desde que existe el saldo de la deuda ha aumentado de manera significativa. Cuando entró en vigencia la regla en 2012 la deuda representaba el 33,2% del PIB y en 2024 será del 57,1% del PIB.
En este contexto, la codirectora del Banco de la República, Olga Lucía Acosta, hizo una invitación a ampliar la discusión y no centrarla solamente en la regla fiscal. “No solo debemos discutir sobre la regla y el control de los gastos sino también sobre el fortalecimiento de los ingresos. No hemos resuelto muchos de los grandes problemas estructurales fiscales y tributarios que tenemos. Nos ha hecho falta más disciplina a los distintos gobiernos y por eso cada año tenemos una reforma tributaria.
Además, planteó que reformar la regla fiscal no debe ser nuestra única opción para lograr nuestros objetivos ambientales, sino que hay otras opciones como los impuestos, bajo la premisa de que “el que contamina debe pagar". Por esto, puntualizó que falta abordar muchos procesos de mejora en la institucionalidad fiscal y celebró la discusión afirmando que “no se pueden cerrar los espacios para que discutamos problemas de desarrollo".
El seminario contó con la participación con invitados internacionales de lujo como el profesor emérito de la Universidad de Massachusetts Institute of Technology, Oliver Blanchard y el profesor Albert Berry de la Universidad de Toronto.
Berry afirmó que hay un debate mundial y en muchos países sobre cómo implementar policías ambientales de la manera más eficiente y si es posible adoptar un modelo que tome en cuenta los desafíos ambiéntales. “Algunos países ya lo hacen, sobretodo países ricos, democráticos y socialistas (en algún grado)". Por esto, celebró que se estén dando estos espacios en Colombia pues si lo hacemos muy tarde habrá grandes peligros para el bienestar de las generaciones futuras.
Por su parte el profesor Blanchard presentó 10 puntos sobre la inversión verde y la política de endeudamiento, en los que resaltó la importancia de la sostenibilidad de la deuda para cualquier gobierno y dio razones para el optimismo.
“Uno de ellos es que el costo de afrontar bien el cambio climático, si lo fuéramos hacer de la manera más eficiente posible y con la información actual, no sería muy alto". También señaló que la evaluación de la sostenibilidad de la deuda debe incorporar el gasto verde y que emitir deuda explícitamente verde puede no ser el camino, pero separar el gasto verde del resto si puede ayudar a la credibilidad de la política de endeudamiento. El costo dependerá de si se usan subsidios versus los impuestos como tarifas al carbono. “No hay una fórmula mágica, básicamente tenemos que concentrarnos en la velocidad del ajuste".