Bogotá, 07 de julio de 2023 (@DNP_Colombia). Una de las grandes políticas del Gobierno del presidente Gustavo Petro es la transición energética. Para avanzar en esta gran apuesta, el Plan Nacional de Desarrollo (PND) incluye varios artículos que le permitirán al país avanzar en este sentido a través de la incorporación de FNCER, la eficiencia energética y la actualización de la política minera, con el propósito de disminuir la dependencia de los combustibles fósiles.
Uno de los objetivos del articulado es el de impulsar la penetración de energías renovables en la matriz de generación y la respectiva disposición de infraestructura y tecnología avanzada en el sistema energético. Esto con el fin de atender la demanda en todos los sectores, a la vez que se cumplen los compromisos sociales, ambientales y se garantiza la seguridad, confiabilidad, asequibilidad y eficiencia del servicio de energía.
En particular, en el artículo 235 se definieron las comunidades energéticas, con el propósito de que las propias comunidades participen en la prestación del servicio de energía en diferentes regiones del país, a través de la autogeneración, los recursos energéticos distribuidos y la participación de la demanda. Para lograrlo, se habilitó la financiación a través de los fondos con los que cuenta actualmente el sector (programa de normalización de redes y fondo de energía social), para el desarrollo de soluciones energéticas que usen fuentes no convencionales de energía renovable.
Esto contribuirá a la meta de incorporar 2.000 megavatios (MW) de capacidad en operación comercial de generación eléctrica a partir de fuentes no convencionales de energía renovable, como quedó establecido en las bases del PND.
Otro de los grandes propósitos del Plan es avanzar en la sustitución de leña para el cierre de brechas energéticas, por lo que el artículo 232 amplia el programa en este sentido, integrando otros insumos de transición, como el gas natural, y así mejorar las condiciones de las familias que aún cocinan con leña, carbón y residuos.
“La diversificación energética a partir de la promoción del hidrógeno, el aprovechamiento energético de la biomasa, la geotermia, la energía mareomotriz, eólica y solar permitirá la transición gradual a una matriz energética con mayor participación de fuentes renovables no convencionales. Así mismo, como factor de desarrollo económico, se encuentran las apuestas asociadas a aumentar la eficiencia energética, promoviendo la implementación de sistemas de gestión eficiente de la energía”, destacó Nicolás Rincón, director de Infraestructura y Energía Sostenible del Departamento Nacional de Planeación.
Esto contribuirá, además, en el logro de metas de ahorro energético para todos los sectores económicos, a partir de los potenciales de ahorro identificados en el Plan de Acción Indicativo del Programa de Uso Racional de Energía y en auditorías energéticas, a lo cual se suma que las edificaciones públicas serán referentes en materia de eficiencia energética, a partir de la implementación de auditorías energéticas, establecidas en el artículo 211.
Es importante destacar que el PND no reduce los incentivos al desarrollo de proyectos de energía renovable. En su lugar, se mantienen vigentes los beneficios establecidos en las leyes 1715 de 2014 y 2099 de 2021 y los extiende a otro tipo de tecnologías como es el caso de la producción de hidrógeno blanco.
Actualización de la política minera
Otro de los objetivos enmarcados en el Plan Desarrollo es promover la actualización de la política minera con énfasis en el uso y gestión de mecanismos para el ordenamiento minero ambiental; la creación de mecanismos de articulación para la aprobación de instrumentos técnicos; y el reconocimiento de derechos mineros ancestrales, artesanales y de pequeña escala, a partir de análisis diferenciados de problemáticas socioambientales.
De igual manera, se hace énfasis en el uso de tecnologías en la promoción y priorización de la exploración, extracción y comercialización formal de minerales estratégicos, como oro, materiales de construcción, cobre, níquel, cobalto, litio, tierras raras, entre otros.
“Se plantea, como una apuesta de transición energética, la promoción en la exploración y explotación de minerales estratégicos para la transición energética que permitan diversificar la matriz exportadora y promover la reindustrialización del país en minerales como el cobre, siendo clave para la electrificación de la economía”, destacó Nicolás Rincón.
También es importante resaltar la aprobación del artículo 229, que establece que la autoridad minera otorgará áreas estratégicas con potencial geológico a figuras asociativas de mineros, a partir de la delimitación de zonas en el marco del Plan de conocimiento Geo científico; mientras que el 231 habla de los distritos mineros especiales para la diversificación productiva, que considera la delimitación de las regiones con vocación extractiva, generando herramientas de ordenamiento territorial, resolución de conflictos y reindustrialización del sector minero.