La regionalización de la inversión nacional es una aproximación de cómo las inversiones del Gobierno Nacional benefician a las poblaciones de los diferentes departamentos del país.
Debido a que la inversión pública tiene la capacidad de fomentar metas sociales y económicas de diferente naturaleza, como la redistribución, la competitividad y la estabilidad macroeconómica,
la regionalización permite disponer de una nueva dimensión de análisis que trasciende la mirada sectorial y, por lo tanto, hace posible diseñar políticas públicas con una visión regional; es decir, en reconocimiento de las necesidades y capacidades específicas de cada uno de las diferentes regiones del país.
Se regionalizan los proyectos de inversión pública que hacen parte del Presupuesto General de la Nación (PGN), y se categorizan como regionalizables a partir de la información suministrada durante la formulación y estructuración del proyecto, donde se identifica la población que se encuentra afectada por el problema y la cuál será atendida con el proyecto.