En enero, el Indicador de Seguimiento a la Economía creció 1,6% anual, liderado por el sector primario (agropecuario y minería), que mostró un incremento de 10,3%. Con ello, el crecimiento frente al mes de diciembre fue de 2,2%, es decir, el más alto desde diciembre de 2022.
Pese a lo anterior, se tiene que el sector terciario (que reúne al comercio y demás servicios) tuvo una variación magra de 1,0% anual y el secundario (que comprende los sectores de industria y comercio) cayó en -5,0%.
La cifra del mes estuvo impulsada por las actividades primarias (agropecuarias y mineras) que tuvieron un crecimiento de 10,3%.
Por otro lado, las actividades terciarias (servicios), tuvieron un crecimiento de 1,0%, que si bien no es una cifra destacada, mantiene la velocidad de crecimiento que mostraba el sector en diciembre.
Dentro de los servicios, el de mayor crecimiento fue el de suministro de servicios públicos (4,4%). No obstante, el que más impulsó el crecimiento del indicador, dado su alto peso dentro del PIB, fue el de Administración pública, salud, educación y actividades culturales y de entretenimiento que creció 3,4%.
Este buen resultado fue contrarrestado por la caída en información y comunicaciones (-1,6%), pero sobre todo por el bajo desempeño del renglón de comercio, transporte, alojamiento y comidas (1,3%), que es el renglón de mayor peso en la medición del PIB.